Vivimos en un mundo cambiante; las incertidumbres y tensiones provocadas por hechos como el atasco del Canal de Suez, y los retrasos y acumulaciones de puertos como el de Hong Kong, las guerras, etc. provocan a corto plazo incrementos de costes, volatilidad y desconfianza para atender los compromisos adquiridos en las cadenas de producción y suministro, lo que produce acaparación, que provoca mayor insuficiencia aún de materias primas, restricciones y bloqueos a nivel mundial.
El consumidor es cada vez más exigente y con expectativas más altas y una capacidad de comparación de ofertas sin parangón, que obliga a ser más competitivos sin descuidar la inmediatez y la eficiencia en el servicio si queremos garantizar la supervivencia de nuestros negocios y mercados.
La compra online y sus reglas redefinen los modelos de negocio como Darwin en su teoría de la evolución, “o te adaptas o desapareces”.
Esta adaptación hoy día solo es posible de la mano de la tecnología, ya que hemos de afrontar retos cada vez más exigentes con unos márgenes comerciales cada vez más ajustados debido a la competencia, local e internacional. El mundo hoy está a golpe de un click.
La tecnología es nuestra gran aliada, permitiendo una mayor y mejor conectividad, automatización y confiabilidad, de una manera más sostenible.
La conectividad universal permite que nuestros centros de control operativos, ya sean un ERP, TMS o WMS, estén en comunicación con todos los colaboradores de nuestra cadena de suministro, clientes y proveedores, agilizando los procesos y evitando los errores y demoras producidos por reprocesos y trabajos manuales.
La gestión de la cadena logística, y concretamente de la última milla, es el caballo de batalla que marca las diferencias, aunque aún no tengamos ya las respuestas, ni tan siquiera las propias preguntas; 5G, Infraestructuras, IoT, DropPoints, etc.
Hoy más que nunca debemos seguir poniendo en el centro a nuestro cliente, y aportarle soluciones de valor a una operativa cambiante y exigente.
Los hábitos de consumo han cambiado y solo estando a la altura, seguiremos siendo líderes en nuestros mercados.
Por último, el blockchain como tecnología (no hablo sólo de criptos) ha llegado para ser un elemento de cambio y el gran diferenciador, cuando la confianza es un valor que queremos poner a disposición de clientes y colaboradores.
“La tecnología nunca sustituirá a los buenos profesionales, pero en manos de un buen profesional, tiene un poder transformador”
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