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  • Marco Guimaraens, Uruguay

Logística y Medio Ambiente


La logística ha tomado nota de la relevancia del cuidado medioambiental. Es imperioso llevar adelante una gestión sostenible de las actividades y procesos que involucran distribución de bienes y servicios.



A medida que se intensifica la concientización por atender los efectos del cambio climático en la gestión de la cadena de suministro, la logística sostenible se ha convertido en una prioridad para muchas empresas y gobiernos.


Una logística sostenible involucra dos grandes aspectos:


  1. La Eficiencia operativa, que involucra la optimización de los procesos de la cadena de suministro que incluye la planificación de rutas, el uso de tecnologías en la gestión de inventarios y la adopción de prácticas logísticas ecoamigables.

  2. La Responsabilidad ambiental, que se refiere al compromiso de reducir el impacto medioambiental de las actividades logísticas, a través de la elección de modos de transporte menos contaminantes, la gestión adecuada de residuos y la implementación de prácticas de distribución que minimicen las emisiones de carbono.


Una óptima gestión de la cadena de suministro atiende estas dimensiones a efectos de dar una respuesta sostenible y sustentable a los nuevos modelos de negocio omnicanal, que requieren diferentes niveles operativos multiservicio y mejoran así la experiencia del cliente en los actuales entornos de alta incertidumbre.


La logística verde es una efectiva respuesta al desarrollo sostenible, una green logistics implica un proceso que persigue el objetivo de la reducción o minimización del impacto medioambiental de las actividades logísticas.


La llegada de la moda verde a la SCM, involucra que las estrategias operativas tiendan a reducir la huella de carbono en los procesos logísticos.


Algunas buenas prácticas logísticas sostenibles son:


  1. Transporte verde: la implementación de unidades que reduzcan las emisiones contaminantes, la utilización de modos de energía alternativos, la optimización de las rutas de transporte y el mantenimiento óptimo de los equipos, contribuyen a lo que denominamos transporte verde.

  2. Almacenamiento verde: refiere al rediseño de los centros logísticos de forma que maximicen el uso de luz natural; a colocar paneles solares en los depósitos o células fotoeléctricas en su interior y utilizar materiales de construcción “green”.

  3. Distribución verde: atendiendo a dos canales de distribución; uno que busca hacer más eficiente el proceso desde la planta al punto de distribución, y otro en el que se gestionan los residuos generados en el primero. Esta práctica implica la minimización de los gastos de combustible y las emisiones de CO2.

  4. Embalaje verde: que implica utilizar la menor cantidad de embalajes, así como la utilización de materiales reciclables y biodegradables.

  5. Uso de tecnología: juega un papel esencial en la mejora de la eficiencia logística y la reducción del impacto ambiental, a través de, por ejemplo, sistemas de gestión de flotas y el análisis de datos.

  6. Cumplimiento de regulaciones ambientales: los gobiernos y los organismos reguladores están implementando normativas que promueven la sostenibilidad logística. Estas regulaciones incluyen restricciones de las emisiones, incentivos fiscales para las prácticas sostenibles y requisitos de los informes ambientales.

  7. Cadenas de suministro colaborativas: la colaboración entre los diferentes actores de la cadena de suministro conduce una mejor implementación de prácticas logísticas sostenibles.


Las empresas están cada vez más interesadas en reducir su huella de carbono, midiendo y controlando las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con sus actividades logísticas.


Buscan permanentemente integrar prácticas logísticas sostenibles para reducir el impacto ambiental, y cumplir así con las expectativas de una sociedad cada vez más consciente del entorno.


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